Somos esos viajeros del tiempo,aquellos que regaron el árbol de la historia y se nutrieron de sus frutos.Nuestras espadas de cobre y plata se transformaron en bombas y armas, y el silencioso mundo se vio invadido por el grito desgarrador de la muerte. Sembramos arte, belleza, y amor.Diseñamos grandes obras estructurales, pinturas que equivalen a un millón de palabras y creamos ese beso,ese único beso.
Nada más importa en el camino de nuestras vidas,olvidamos cada herida por un poco de aprecio,porque nuestra vida funciona a base de amor, esa fuerza universal que nos obliga a seguir peleando.
La memoria nos da nuestra identidad,aquellos vagabundos del desierto ,creadores de civilizaciones e imperios, dignos de estar orgullosos de eso que somos,eso que seguiremos siendo y así tarde o temprano dejar nuestra desconfianza de lado,sin tener miedo a equivocarnos.
