lunes, 18 de abril de 2011

El coleccionista

El comienzo del fin había empezado, el reloj de arena empezaba a agotar uno a uno los granitos del planeta Tierra, con el objetivo de darle unas merecidas vacaciones a ese paciente enfermo del universo.
-Claramente falta poco, ya no quedan organismos vivos, quizás solo yo- Observaba un hombre sobre una torre en medio de un desierto lleno de silencio y un aire tenebroso- Yo, que descubrí esa maldición que me obligaría a seguir viviendo.
Un sol rojizo y tibio que se expandía sin parar iluminaba al coleccionista de las pocas obras de arte que habían quedado en el planeta, formando el último museo, en honor a ninguna raza en especial, simplemente a la humanidad.
-Descubrí la inmortalidad, el elixir de los infelices... del infeliz-Hablando hacia ese sol apagado, ya perdiendo la razón- He visto generaciones nacer y morir ante mis ojos, me arrepiento de lo que soy, de lo que fui.
Podía observar esa débil esfera de luz, sin siquiera lastimar sus ojos, se dio vuelta, y observó una vieja estatua de un hombre posando su maravilloso cuerpo desnudo y sano, aun todavía inspiraba grandeza. 
La flora y la fauna se habían despedido, ya no había un espacio verde para contemplar, los océanos se convirtieron en pozos sin fondo. Ni siquiera el ruido de esas guerras en vano que habían marcado la historia quedaban.
-Tengo lo que quedó de la especie mas esplendida que se haya visto jamás, de un valor incalculable, y aun así, me sigo preguntando si habría sido mejor morir.- Una gota caía de su cara joven y sana, que se convertía en vapor antes de tocar el suelo.
Entró en una sala llena de fósiles de animales, desde dinosaurios hasta animales domésticos que se podían apreciar en toda época. Algunos embalsamados, tenían su mirada fija hacia la nada, ellos también esperaban el fin.
Huesos como ustedes-señalando hacía los animales-tendría que ser, pero mi corazón imparable sigue latiendo, ni la música alegra mi vida...pero ya falta poco- entrando en una sala donde discos e instrumentos musicales , mediante artefactos para reproducir música sonaban todos a la vez, donde mezclaban todo estilo de canciones desde la opera mas gloriosa hasta un antiguo concierto popular, que creaban un sonido espantoso e insoportable.
La biblioteca era la sala mas grande del edificio que el coleccionista había tomado el trabajo de construir el solo.Él siempre pensaba que nunca se le dio la verdadera importancia a las bibliotecas que realmente se merecían. Se apreciaban libros de todo tipo de idiomas, de información, de especialidades. Esta alguna vez fue la favorita del desdichado inmortal, le parecía que aquellos libros eran el instrumento clave para demostrar lo grande que fue su raza, pero hoy no, y en un arrebato de ira agarró un libro carcomido y despedazado por polillas ahora sin vida, y lanzando la al otro lado del salón haciendo un ruido sordo y despedazándose. 
-Cruel agonía de mi destino, imploro alguien me escuche-Pero nada se escuchó.
Recomponiéndose, continua paseando por esos salones que albergaban distintos artefactos de religiones, culturas, vehículos, deportes, y un sinfín de tesoros ahora sin valor alguno. Solía pasearse con orgullos por lo que quedó de aquella gloriosa humanidad, pero esta vez era su último paseo, le provocaba mucha nostalgia para disfrutarlo. El sol se acercaba cada vez mas al planeta que alguna vez rebosaba de vida.
-Si pudiera volver... tenía amigos, familia, todo, pero ahora- En una especie de acuario se observaba un extraño calamar gigante disecado, el último de su especie-y me dediqué a bloquearlos , muerto en vida, buscando la solución a mi miedo por morir- ya faltaban solo minutos.
Todo perdía sentido, lo que alguna vez estuvo congelado por el frío de un sol agotado, ahora se sofocaba al ser absorvido por aquella llama infernal.
¡El fin llega!- hablaba en voz alta, observando como todo se consumía,y aquella estrella que alguna vez nos dio vida, se expandía en busca de algo para no apagarse, tomando esta vez lo que alguna vez otorgaba vida con su luz- Estoy yo solo para verlo, soy el triunfador, si hubiese alguien me entregaría un premio-riendo como un desquiciado - ¡¿Donde están mis aplausos?! - por primera vez en mucho tiempo hacía calor en aquel museo, que estaba a punto de prenderse fuego- ¡Domine la vida eterna! Esos malditos infelices que alguna vez se rieron de mi,pero ahora yo me proclamo como el rey, el conquistador de la muerte, del infinito universo....Ahora iré ante ellos,para cobrar mi venganza,seré un dios, seré poderoso, y esos imbéciles se pondrán ante mis.....-Pero el sol hambriento consumió a la Tierra en un mar de llamas y con él el coleccionista, y con él el museo de los objetos del coleccionista,y con él  ya todo había terminado.



7 comentarios:

  1. :| sin palabras, hace mucho que no leo algo que me deje así,creo que todo esta dicho ahí.
    Que andes bien, cuidate ♥

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  2. mucho fallout hace mal jejeje
    jugaste el Borderlands ?? si no lo jugaste te lo recomiendo ;)
    esta Interesante... avisa cuando tengas otro ;)

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  3. Charly, definitivamente si tuviese una banda re Rock progresivo, serías el compositor de las letras. MUY bueno loco! No pares de escribir!

    Saludos, Manu

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  4. Excelente, "Extraño"..!..me gustó la temática, y más aún, la intensidad. Mis felicitaciones!!

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  5. ya todo había terminado, y cuando termina algo nos deja ......

    Me ha gustado es mas me impacto tu manera de escribir , muchas gracias por invitarme , si tardo en regresar es por falta de tiempo pero aqui estare siempre que pueda

    Un abrazo desde mi Mexico

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  6. Largá la cameruza Charly!

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  7. tenes mucho talento :) me encanto ! flor

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